CASOS SIN RESOLVER

Las últimas 12 horas de Esther López: de una noche de fiesta a una muerte sin explicación



A las ocho de la tarde del pasado 12 de enero, Esther López tomaba algo animadamente en un bar de Traspinedo (Valladolid). Tenía por delante una noche de fiesta con colegas. Nada raro en los planes de esta mujer de 35 años a la que, sin embargo, le quedaban menos de 12 horas de vida. Esther murió en la madrugada del 13 de enero, y su cadáver fue hallado tres semanas después en una cuneta de la carretera que lleva a su pueblo. La investigación apunta a uno de los amigos que estuvieron con ella de fiesta esa noche helada: Óscar S, de 40 años. Las pesquisas de la Guardia Civil han permitido ubicar y conocer los movimientos de Óscar y Esther durante aquellas horas en las que, aún no se sabe por qué causa, la mujer perdió la vida. Estaba, eso sí se sabe, herida, aterida y ebria. La familia de la fallecida lleva cuatro meses buscando una respuesta a por qué Esther no regresó a casa.

Todo comenzó en el restaurante La Maña, junto a la carretera N-122, a las afueras de Traspinedo, lugar de reunión habitual del grupo de amigos. Esther López y su amigo Luis S. coinciden allí esa noche con Carlos G., Carolo, y se citan en el pub James Dean, un garito en el centro del pueblo, para ver el partido Madrid-Barça. Dos amigos se incorporan a la reunión en el pub: Tomás L. y Óscar S. Tras el partido, Esther, Tomás y Luis van a casa de este último a consumir cervezas, cocaína y hachís; y ella habla con Carolo para verse después, siempre según las declaraciones de los testigos ante la Guardia Civil. Ambos quedan con Óscar y, tras visitar otro bar, acuden a una zona de bodegas. Esther y Óscar acuerdan pasar juntos la noche en casa de este, en la urbanización El Romeral, según sostiene el hombre. En ese momento comienzan las contradicciones.


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